¿Hay algo más rico que unos buñuelitos para la picada? Esta receta resalta el sabor único de las gírgolas en una preparación clásica y sencilla. Perfectos para compartir con amigos o familia y acompañar con tu salsa favorita. ¡Después de probarlos, no van a faltar en las juntadas!
I N G R E D I E N T E S
- 200 g de gírgolas
- 150 g de cebolla morada
- 150 g de cebolla de verdeo (solo la parte verde, bien picada)
- 200 g de harina leudante
- 100 ml de cerveza rubia (si no tenés, podés usar agua o leche)
- 4 huevos
- Una pizca de nuez moscada
- Sal y pimienta a gusto
- Aceite de girasol (cantidad suficiente para freír)
P R E P A R A C I Ó N
1 - Prepará las gírgolas y las verduras
Limpiá los hongos con un repasador húmedo, cortándolos en pedacitos chicos.
Picá bien fina la cebolla morada y el verde de la cebolla de verdeo.
2 - Salteá las gírgolas
En una sartén con un poquito de aceite, dorá las gírgolas junto con la cebolla morada. Cocinalas hasta que estén suaves y con un colorcito dorado. Reservalas y dejá que se enfríen.
3 - Hacé la mezcla base
En un bol grande, batí los huevos y agregales de a poco la cerveza.
Incorporá la harina leudante y mezclá bien para evitar grumos.
Condimentá con sal, pimienta y un toque de nuez moscada.
4 - Sumá las verduras y los hongos
Agregá las gírgolas salteadas, la cebolla morada y el verdeo a la mezcla. Revolvé bien para integrar todo.
5 - Freí los buñuelos
Calentá abundante aceite en una cacerola o sartén profunda, asegurándote de que esté bien caliente (aproximadamente 180 °C).
Con dos cucharas, formá porciones de la mezcla y colocalas en el aceite caliente.
Freí los buñuelos hasta que estén dorados de ambos lados.
6 - Escurrí y serví
Retirá los buñuelos con una espumadera y ponelos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Servilos inmediatamente, recién salidos de la fritura, para disfrutarlos bien calentitos.
T I P S P A R A E L É X I T O
- Podés sumar queso rallado a la mezcla si te gusta el sabor más potente.
- Probá acompañar los buñuelos con salsitas yogur con limón o un dip de ajo.
- Asegurate de que el aceite esté en la temperatura justa para que queden dorados y livianos.
¡Probá hacer estos buñuelos de gírgolas y llevá algo distinto a la próxima picada!